“Cómo le hemos cantado todos a nuestra UNAM, en el Estadio Olímpico:
¿Cómo no te voy a querer?”
Este fue su mensaje final con el cual la Investigadora Emérita, la Dra. Julia Tagüeña Parga, agradeció a nombre de sus pares eméritos y eméritas por la distinción que les fue otorgada por nuestra Universidad Nacional Autónoma de México, el pasado mes de mayo.
Un mensaje que todos y todas las presentes en el Palacio de Minería, en el centro de la República Mexicana, aplaudieron e hicieron sentir el orgullo de ser Pumas Universitarios.
En su alocución de agradecimiento, la investigadora del Instituto de Energías Renovables se refirió al tema de la investigación, uno de los pilares de su trayectoria profesional: “La considero como mi motor principal porque con la investigación estructuro la forma con la que trabajo. La investigación y la docencia están muy unidas. Me encanta dar clases y me encanta la relación con los alumnos.”
En el área de la investigación, Tagüeña Parga forma parte del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III: “A la comunicación de la ciencia, sin duda, se le debe dar un papel equivalente al de la investigación y la docencia.”
Concluye, nuestra entrevistada su discurso en Palacio de Minería: “Estamos en un momento importante para la Humanidad y para nuestro país, la UNAM con su autonomía ofrece a México, un ejemplo de respeto, tolerancia, igualdad, inclusión y movilidad social. Es un espacio de esperanza y desde hace mucho tiempo es el mayor espacio de esperanza, sigamos siéndolo.”
“La UNAM es la Universidad de la Nación.”
Esta es la segunda y última entrega editorial de nuestra conversación con la Dra. Julia Tagüeña Praga.
Dra. ahora que la escucho hablar con pasión sobre estos temas: ¿Cuáles serían las líneas de investigación que más le apasionan?
Como lo he comentado una de ellas tiene que ver con la física del estado sólido, que es tema de mi doctorado. Ahí he estudiado principalmente semiconductores y su relación con las energías renovables.
Otra de las líneas de investigación que para mí ha sido fundamental es la comunicación de la ciencia, la cual requiere investigación y no sólo la voluntad de compartir y de escuchar; sin duda, es toda un área de investigación multidisciplinaria.
En esta área de la comunicación de la ciencia tuve la oportunidad de ser invitada a ser parte del proyecto del museo Universum, y ser responsable de la Sala de Energía. Años más tarde fui la directora general de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.
Estos dos fueron mis temas iniciales sobre los cuales me involucré. Un tercer tema de investigación, en el cual estoy ahora, es trabajar todo este conocimiento pensando en términos de las ciencias de la complejidad; lo cual me lleva a temas tan importantes para la humanidad, como es la sustentabilidad.
Imagen de archivo de Visionaris
¿Cómo definir las Ciencias de la Complejidad?
Estamos hablando de multidisciplina aunque hay gente que prefiere llamarlo transdisciplina porque la sociedad en su conjunto está involucrada, con todas las áreas del conocimiento presentes. Esto demanda el manejo de mucha información de muchos datos; por lo general esta dinámica tiene un proceso de tipo no lineal.
Una de las características que me parecen fundamentales de la complejidad es que en los sistemas complejos “uno más uno es más que dos.” Aparecen factores impredecibles que, al interactuar, producen propiedades nuevas, que suelen ser llamadas propiedades emergentes.
Es una nueva manera de ver la investigación, más desde el problema que desde la disciplina, porque en realidad los problemas no son disciplinarios, los problemas están compuestos por diferentes factores y están relacionados con la sociedad. Esta visión del estudio de los problemas es moderna, está sucediendo en todo el mundo y México no podría ser la excepción y estamos llegando a esta visión en nuestro país de manera muy oportuna.
En este sentido la Universidad Nacional Autónoma de México tiene este centro de Ciencias de la Complejidad, que está abierto a todos los investigadores no sólo de la UNAM sino de todo México y del mundo, a través de diversas colaboraciones.
Ahora regresando al tema de la energía y de las energías renovables en particular, todos los problemas energéticos finalmente son sistemas complejos, como también lo es el cambio climático. No podemos dejar de mencionar el cambio climático que nos está afectando de forma dramática y las energías renovables tienen que ver con su solución.
La sustentabilidad es un tema también relacionado con la complejidad porque tiene que analizarse cómo interaccionan entre si los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la Organización de las Naciones Unidas en 2015 y aceptados por la comunidad internacional. El Objetivo 7 es energías renovables para todos.
Hoy estamos en un momento de coyuntura trascendente para nuestro país, para el mundo…
¿Momento definitorio?
¡Es definitorio! Estamos ante un gran peligro para la humanidad, que no es menor, el cambio climático.
En 2021 se otorgó el Premio Nobel a tres investigadores en ciencias de la complejidad que abordaron modelar el clima. El clima y su dinámica han registrado un aumento en el ritmo de crecimiento recientemente. Uno se preocupa, de verdad, por las presentes y futuras generaciones pues les estamos dejando un planeta en proceso de deterioro y este es el único planeta que tenemos.
¿Estamos rebasados para mantener no más allá del 1,5° C el incremento de la temperatura del planeta, registro establecido por consenso por la comunidad internacional?
Creo que todavía estamos en el borde, pero cada vez más estamos perdiendo la oportunidad. Estamos a tiempo de revertir, de mitigar y de adaptarnos a nuevas condiciones climatológicas porque hay situaciones que ya no se van a poder recuperar. Pero insisto, yo sí creo que todavía estamos a tiempo.
Por ello es muy importante luchar a favor de las energías renovables.
¿Qué tareas hay que hacer, cuáles hay que darles prioridad para enfrentar la situación climatológica?
Una desde luego es aprovechar las energías renovables, tenemos que hacer una transición hacia ellas para dejar de emitir CO2, gas de efecto invernadero. El tema de la energía no es el único para enfrentar la situación, pero es fundamental y decisivo.
Algo que también es determinante es el tema del cuidado de los océanos, ya que dependemos de ellos de una manera fundamental y los estamos contaminando permanentemente. Esto se une a otros asuntos trascendentales, como el tema del manejo del agua y del cuidado de la biodiversidad.
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Otro punto fundamental es nuestra forma de vida. Tenemos que cambiar la forma de consumir y de producir. Esto incide en decisiones importantes individuales, pero tiene que haber una conciencia cívica, colectiva.
Y dicho todo esto, regresemos al tema de la comunicación pública de la ciencia; tenemos que dar elementos a las comunidades para que ellas tomen decisiones basadas en hechos.
¿La humanidad entiende esta complejidad y sí la entiende, conoce la forma en cómo comunicarla?
Cuando la gente vive situaciones verdaderamente frágiles, difíciles, pedirles que además esté cuidando el clima es complicado ¿verdad?
Imaginemos una comunidad que su única fuente de calor es la leña, entonces no se les puede decir que no pueden cortar leña porque los árboles controlan los gases de efecto invernadero, si no se les da otra fuente de energía. Si queremos que la gente tenga en sus techos paneles solares, tenemos que hacer un programa para que eso suceda.
Este es un momento de oportunidad para México, porque tenemos un gran país, con grandes recursos naturales y mucho talento.
Además, tenemos algo de lo que a veces no nos damos cuenta: nuestra fuerza es que somos un país muy diverso, y la diversidad, cuando nos ponemos de acuerdo, es la mayor de las fortalezas. La unión en la diversidad genera poder. Los grupos diversos suelen resolver mejor los problemas que los grupos homogéneos.
Dra. ¿Cómo recibió la distinción de nuestra Universidad, al nombrarla Investigadora Emérita?
¡Estoy enormemente agradecida con mi Universidad!
¡Es un enorme privilegio!
Es la Universidad a la que le he dedicado todo mi trabajo y todo mi esfuerzo, pero es también la que me ha dado siempre todas las oportunidades de desarrollo y de realizar mi trabajo de manera plena.
Aquí he desarrollado todas las actividades fundamentales: investigación, docencia, divulgación y vinculación, las cuatro actividades sustantivas de la Universidad. Mis estudiantes han sido decisivos en mi desarrollo profesional.
¿Quién aprende más en el proceso enseñanza-aprendizaje, los docentes o los alumnos?
Aprendemos todos, por supuesto. Las y los docentes aprendemos muchísimo, pero sí eres un buen docente, entonces los alumnos aprenden mucho. Es un privilegio dar clases. Es un círculo virtuoso.
En el campo de la vinculación, la Universidad me ha dado la oportunidad de estar en muchos comités en los que también he aprendido muchísimo.
¿Es considerado el Instituto de Energías Renovables por el gobierno federal y por los estatales para que enriquezcan sus políticas públicas en materia de energía, en investigación científica?
Debo decir, que es muy importante que los gobiernos y las cámaras legislativas se asesoren de la comunidad científica porque finalmente un político, un legislador, no tiene por qué saber de todos los temas y debe consultar a los expertos.
Algo muy relevante hablando del estado de Morelos es que la entidad tiene un número de investigadores por habitante muy elevado, el equivalente al que tienen países muy desarrollados.
Los investigadores que vivimos y trabajamos en Morelos hemos estado muy conscientes del compromiso que tenemos con el Estado, participamos en muchas actividades educativas y de difusión de la ciencia.
Sí tuvimos el privilegio de haber estudiado en la UNAM, de venir de una formación escolar pública y además de trabajar en una institución como la nuestra, claro que le debemos de regresar a la sociedad todo lo que esté a nuestro alcance, definitivamente, y siento que sí lo estamos cumpliendo.
Nos debemos a la comunidad, nos debemos al país entonces todos debemos trabajar juntos: gobiernos, comunidades, investigadores, universidades e instituciones del Estado.
Para concluir nuestra charla Dra. Tagüeña, ¿Cuál sería su reflexión que quisiera compartir con los lectores de pv magazine?
Si bien estamos en un momento crítico de la humanidad, veamos también lo que hemos logrado.
Cuando se fundó el Laboratorio de Energía Solar en Temixco en 1985, estábamos en el medio de la nada, aunque debo decir que fuimos muy bien recibidos por la comunidad.
La institución ha crecido de una manera impresionante. Se convirtió en el Centro de Investigación en Energía y hoy es el Instituto de Energías Renovables, que ayudará a enfrentar la contingencia.
Es importante decir que muchos de nuestros estudiantes han sido y son jóvenes originarios del estado de Morelos, muchos de ellos vieron crecer nuestro instituto y les hizo pensar “ahí quiero estar, ahí quiero estudiar.”
Finalmente, quiero felicitar a la revista pv magazine por promover reflexiones muy importantes sobre el uso de la energía y el cuidado del ambiente.
Muchas gracias, Dra. Julia Tagüeña Parga, ha sido un placer conversar con usted.
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